Suplementos. Parte 2. Métodos de suplementación.

Hay diferentes formas de suplementar a un bebé que necesita algo más que pecho. Vamos a verlas con un poco más de detalle.

A veces es difícil decidir cuál utilizar o conocer a fondo la técnica. Si es tu caso, no dudes en pedir una consulta https://laconsulteta.es/cita/

Relactador o suplementador «al pecho» (at breast suplementer ABS)

Suena muy complicado pero es bastante simple, os diría «fontanería nivel básico».
Consiste en un recipiente para la leche conectado a una sonda fina y flexible. Se coloca de manera que el bebé, al mismo tiempo que mama, pueda recibir el suplemento.

Reconozco que es mi método favorito, porque es lo que más de parece a dar el pecho sin más.
Se mantiene la misma postura corporal y de la boca del bebé que al amamantar. Eso facilita que el bebé perciba que «al pecho se come» y mantenga buena disposición para seguir mamando. Además, la succión al pecho es un estímulo para mantener o aumentar la producción de leche. Yo lo veo como un pequeño truco de magia, un «facilitador».

¿Cómo coloco la sonda en la boca del bebé?


Se puede colocar de dos maneras:
1. Sin separar al bebé del pecho. Introducir unos 3 cm del extremo final de la sonda, con delicadeza, por la comisura de la boca del bebé.
2. Separando al bebé del pecho. Colocar la punta de la sonda coincidiendo con la punta del pezón. Sujetar la sonda con los dedos o un trocito de esparadrapo apartado de donde colocará su boca el bebé. Una vez preparado el dispositivo, volveremos a enganchar al bebé.

Hace falta que el bebé se agarre al pecho aceptablemente para poder usar este método. Queremos que coja todo el pecho + la sonda, con la boca bien abierta. Se debe vigilar que consiga extraer la leche del dispositivo. Si no es así, revisad la posición de la sonda. Y comprobad que el bebé tenga una buena dinámica al pecho (enganche y succión) para obtener lo que se le ofrece.


¿Comprado o do it yourself?

Yo recomiendo probar la técnica con un dispositivo «casero» o DIY para ver cómo os adaptáis al método.
Como recipiente pueden usarse jeringas de tamaño acorde al volumen de la toma, que encajen con una sonda fina (5F). Si se usan las jeringas con el émbolo puesto, no se derramará la leche. Podremos verter en la boca del bebé unas gotas de leche para animarle a succionar o controlar el flujo, manejando el émbolo con cuidado. Es práctico colocar la jeringa bajo la tira del sujetador.
Si el bebé hace buen sello y tiene fuerza puede hacer vacío para extraer la leche de la jeringa sin que nosotros tengamos que intervenir.
Cuanto más fina y larga sea la sonda o más grande la jeringa, más fuerza de succión será necesaria para obtener la leche. También cuanto más abajo se coloque la jeringa, respecto al bebé.

También se pueden usar otros recipientes para la leche. Tendremos que introducir el otro extremo de la sonda en ellos y sostenerla de alguna forma para evitar que se salga. Una manera es usar un biberón con la tetina invertida para sujetar la sonda. Hay que ser un poco más mañosa y a veces se cae algo de leche. Además no se puede controlar tan bien el flujo de alimentación como con la jeringa.

Hay a la venta un dispositivo de la marca Medela, llamado Sistema de Nutrición Suplementaria o Supplemental Nursing System (SNS). Actualmente tiene un precio de 30-40 euros. Lleva una botellita con capacidad para 150 ml y un sistema de clampaje para bloquear la sonda e impedir que la leche se derrame. Lo veo interesante si vamos a mantener esta forma de suplementación a medio o largo plazo. Por ejemplo: para recuperar una lactancia interrumpida durante un tiempo o para adopciones.

¿Y como limpio yo todo esto?


Es importante la limpieza de todo aquello que tenga contacto con el alimento del bebé. En especial si es fórmula, que se contamina con más facilidad que la leche materna extraída. Es recomendable usar una cubeta limpia solo para esto, y no usar directamente el fregadero, que puede contener gérmenes.

  1. Aclarar con agua fría por restos de alimento
  2. Lavar después con agua jabonosa caliente (con detergente de vajilla)
  3. Aclarar todo cuidadosamente
  4. Poner a secar al aire sobre un paño limpio.

La jeringa facilita limpiar y vaciar la sonda con emboladas de agua y aire. Si las sondas o jeringas se deterioran hay que cambiarlas. Si el bebé es delicado o prematuro, será más vulnerable a las infecciones. En tal caso, habrá que extremar las precauciones, esterilizar lo que sea posible y renovar la sonda cada 2-3 días.

Dedo-sonda (fingerfeeding)

Podemos usar el mismo material que para el relactador, la misma forma de introducir la sonda, de regular el flujo del alimento y de limpiarlo todo.

Lo que cambia es que el niño succiona un dedo de su cuidador en lugar de el pecho de su madre.

Es más sencillo colocar un dedo en la boca de un bebé que engancharlo al pecho, en especial cuando no tenemos mucha experiencia. Debe hacerse con delicadez, «pidiendo permiso» al bebé. Es decir: no se mete el dedo a las bravas. Se despierta gentilmente al bebé, se le acaricia alrededor de la boca para estimularle a abrirla.
Las manos del adult@ deben estar recién lavadas y las uñas escrupulosamente limpias y cortas. Si lo hace un sanitario, ni que decir tiene, que debe ponerse guantes.
Cuando el bebé lo consienta, se introduce el dedo con el pulpejo hacia el paladar y se mantiene apoyado en éste o se masajea con la punta del dedo con sutileza. El bebé, de forma refleja, cerrará sus labios alrededor y succionará. No es necesario usar el meñique, pensad que cuando el bebé está al pecho tiene una porción de tejido mucho mayor que un dedo en la boca. ¿Y cuánto meto el dedo? Unos 3 cm aproximadamente, siempre vigilando que no le da nausea al bebé.

Lo que menos me gusta de este método es que lo encuentro un poco invasivo o impersonal, en especial si el que lo realiza es un poco más torpe o brusco.
Atención a la posición del bebé. Lo bonito es que lo tengamos abrazadito como cuando toma pecho o parecido, en contacto con nosotros. Sé que a veces me repito, pero alimentar en la infancia es un acto de amor y debe hacerse con respeto y cariño.

Puede ser útil si estamos trabajando en mejorar un enganche porque el bebé tiende a cerrar mucho la boca. Nos permite bascular el dedo para ayudar al bebé a comer con la boca más abierta, sin llegar a perder el sello.
También es interesante este método para finalizar los suplementos en bebés que necesitan ganar peso sí o sí .
Cuando es el padre el que lo practica, se implica más en el cuidado de su bebé y aprende a interpretar sus señales y puede dar tregua a la madre para que pueda extraer leche o tomarse un descanso.

Si os fijáis lo llamo dedo-sonda porque dedo-jeringa sin sonda, me parece que es válido solo para cantidades pequeñas en los primeros días, ya que la jeringa es rígida, poco amorosa y no hacen buen sello alrededor. Para esos volúmenes, se puede dar gota a gota sin tener que meter un dedo en la boca del bebé.

Alimentación preceptiva con biberón (paced bottle feeding, side lying bottle feeding, método Kassing)

El secreto de todos estos métodos es una velocidad lenta de alimentación y prestar atención a las señales de hambre y saciedad del bebé. Es muy importante el contacto físico, visual y emocional con quien está alimentando al bebé.

A la hora de empezar la toma es muy válido lo que os acabo de explicar a propósito del fingerfeeding, «obtener permiso» para introducir la tetina en la boca del bebé y hacerlo con gentileza.
Si el bebé lo acepta procurar adoptar una posición «profunda» de la tetina en la boca, sin llegar a la nausea. Observad que abra ampliamente la boca. S

us labios evertidos alrededor de la parte más ancha de la tetina, para que use toda la boca y su mandíbula para comer . Así será más fácil la transición al pecho.

Cuanto más horizontal se coloque el biberón, más lento será el flujo. Y no, no tragan más aire aunque la tetina no esté repleta de leche. Digan lo que digan abuelas y vecinas.

Vasito

No se estila mucho en nuestro medio, pero tiene sus ventajas: es sencillo, barato y muy fácil de limpiar.
Combina muy bien con la extracción manual de calostro o leche materna.

Puedes usar cualquier vaso bien limpio, aunque es más sencillo si es pequeño, de borde suave y un poquito flexible.

Se trata de apoyarlo en el labio inferior del bebé sin volcarlo, dejando que el bebé sorba o lama el contenido poco a poco. Para que la leche no se derrame hay que mantener al bebé bastante erguido. Un babero también ayuda.

Cuando cada gota de leche materna es costosa de conseguir da un poco de pena que no termine dentro del bebé. Pero hay mujeres muy habilidosas a las que les funciona muy bien.

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