La puesta en marcha de la lactancia materna.

El inicio de la lactancia materna

Las cosas cambian, y en el asunto de amamantar, los primeros días son muy diferentes a todo lo que vendrá después. Es importante saberlo para no desesperarse si la demanda del bebé es muy frecuente, o si por contra, duerme como un lirón y despertarlo para comer se convierte en un reto.

Las mujeres producen calostro desde aproximadamente las 28 semanas de gestación. Así que todo está preparado para la llegada del bebé. Ese líquido amarillento, espeso, de textura miel, es lo único que el bebé necesita tomar en los primeros días de vida. El volumen de calostro, aunque es variable de mujer a mujer, no suele ser gran cantidad. Por eso los bebés necesitan mamar muy a menudo al principio. Cada muy poco tiempo (hasta cada media hora o una hora). Como cuando vas de tapas, que no terminas de llenarte porque comes poquito cada vez.

Lo de las tomas cada 3 horas es un intervalo inventado o simplemente un «mínimo imprescindible» en plan red de seguridad para evitar males mayores (bajadas de azúcar, por ejemplo). Proviene de la recomendación de que un lactante pequeño debe comer «al menos 8 veces al día», y 24 horas dividido entre 8, da 3. Pero en los primeros días es normal y deseable que coman por lo menos 10-12 veces al día y si es más a menudo, mejor aún.

Este ritmo de alimentación es un entrenamiento para engancharse cada vez mejor al pecho y succionar y tragar pequeñas cantidades de líquido espeso, que es nutritivo pero sobre todo contiene defensas en cantidades astronómicas.

¿Qué pasa cuando no sabes que funciona así?

Que empiezas a dudar de ti misma y de tu capacidad de amamantar.

Las madres recientes me decís en muchas ocasiones con tono de decepción: «No tengo leche y claro, se queda con hambre».
Tienes TODO LO QUE HAY QUE TENER, ni más ni menos. La leche blanquecina y la sensación de plenitud en el pecho llega de 2 a 4 días después del nacimiento de tu bebé y así debe ser.

Para que tu cuerpo reciba las señales adecuadas de cuánta leche debe fabricar es muy importante que tu bebé y tú estéis muy cerca y que tú aprendas a reconocer los signos de que está listo para comer. Un recién nacido que no está profundamente dormido, puede ser amamantado, ya que prenderse al pecho es un acto reflejo («si está despierto, está dispuesto»).

Si se le arrulla, anda de brazo en brazo (de personas bienintencionadas que quieren ayudar pero están equivocadas) o se le coloca un chupete, perderá oportunidades de alimentarse y de entrenar sus habilidades al pecho.

En este país tan de celebrar los nacimientos, se considera normal ir al hospital o a la casa de una mujer que acaba de dar a luz, de visita. A estorbar, en mi opinión, desviando la atención de la madre o en el peor de los casos, haciendo comentarios desalentadores acerca de sus capacidades. Aunque eso es otra historia, que da para otro post. Pero os diré que tristemente muchas madres están agradeciendo a la pandemia que no las abrumen durante las primeras semanas postparto.

Estilos de comportamiento del bebé al inicio de la lactancia:

Con los recién nacidos en los 2-3 primeros días de vida se dan dos casos tipo muy a menudo:
1. Bebé que demanda sin descanso.
2. Bebé apacible sin apenas interés en el pecho.

El mismo recién nacido puede combinar las dos modalidades en los primeros días de vida (el primer día parece que no hay niño y el segundo parece una fierecilla insaciable, por ejemplo).
El calostro es suficiente hasta que llega la leche, pero tiene que pasar al estómago del bebé, ese es el secreto.
Vamos a ver como reconocer y manejar esos dos casos tipo de comportamiento inicial.

Bebé que demanda sin descanso.

Es agotador. Pone a prueba tu resistencia y tu decisión de amamantar.
Demanda continuamente, solo está tranquilo al pecho e incluso enganchado a veces protesta. La segunda noche puede ser decisiva porque parece que no se sacia en absoluto.

¿Qué puedes hacer?

  • Perfecciona el agarre al pecho buscando no sentir ningún dolor (echa un vistazo a la guía gratis https://laconsulteta.es/guia-gratis/). No olvides que el dolor es una advertencia para que cambies la postura y así garantizar que el bebé consiga leche. Busca ayuda si ves que no lo consigues.
  • Confía en ti misma y en tu hij@, que pide exactamente lo que necesita: estar pegado a ti y provocar una respuesta en tu cuerpo para que fabriques su alimento. Está «encargando la leche».
  • Duerme mientras puedas, a la hora que sea, pequeñas siestas para aguantar ese ritmo endiablado.
  • Recuerda que es una fase corta que pasará.

Bebé apacible sin apenas interés en el pecho.

Es peligroso. No te fíes y ponte manos a la obra a extraer calostro a mano para dárselo al bebé con una cucharita.
Te lo cuento con detalle en esta entrada del blog https://laconsulteta.es/a-demanda-si-demanda/
No esperes a que la báscula haga saltar las alarmas ni pierdas las primeras horas y días en los que tu cuerpo está 100% receptivo para calibrar la leche que vas a necesitar después.
Esta página es maravillosa y tiene unos vídeos magníficos, no dejes de visitarla: https://es.firstdroplets.com/

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